La concejala Mayte González muestra la hoja de Excel con los gastos del Cádiz Fenicia
La concejala Mayte González muestra la hoja de Excel con los gastos del Cádiz Fenicia durante el último Pleno. Foto: Onda Cádiz.

Los plazos del Ayuntamiento de Cádiz: siete meses para un Excel o nueve para un cambio de nombre

El equipo de Gobierno y sus ritmos completamente diferentes o los de la ciudadanía de a pie

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Siete meses para elaborar una hoja de cálculo en Excell, nueve para tratar de cambiar el nombre del estadio municipal en el que juega el Cádiz CF (o recambiar) y dos meses para quitar los bloques de hormigón para el alumbrado de Navidad y de Carnaval. Son los plazos en los que se mueve el Ayuntamiento de Cádiz.

Esta claro que en las administraciones, los plazos son más largos que los de las personas de pie. Incluso, a veces, más laxos que los que en teoría les obliga la ley (este viernes 25 de abril el Ayuntamiento de Cádiz ha aprobado definitivamente su presupuesto para 2025), pero a veces, requieren un amplísimo tiempo para acciones que al resto de los mortales le llevan muchísimo menos tiempo.

En el Ayuntamiento de Cádiz, los plazos no se miden con el mismo reloj que en la vida cotidiana. Mientras a los ciudadanos de a pie se les exige rapidez en sus gestiones y cumplimiento estricto de los tiempos, en la Administración municipal el tiempo adquiere una dimensión casi elástica, donde la laxitud supera incluso los límites que marca la ley. Ya se sabe que los plazos en las administraciones son más largos que los de las personas de a pie. Incluso, a veces, más laxos que los que en teoría les obliga la ley.

Una demostración casi caricaturesca de esta realidad se vivió este mismo mes de abril. En el Pleno celebrado el pasado jueves 24 de abril de 2025, la concejala de Cultura y primera teniente de alcalde, Maite González, reconocía abiertamente que habían necesitado siete meses para preparar una hoja de Excel. Sí, siete meses para un simple Excel.

El contexto no puede ser más significativo: se debatía un punto presentado por el PSOE sobre el cumplimiento del acuerdo aprobado en septiembre de 2024 para que el Ayuntamiento hiciera público el coste del evento Cádiz Fenicia, celebrado del 13 al 22 de septiembre. González aseguró que el presupuesto estaba elaborado, que existía un Excel donde se recogían todos los gastos o inversiones (según quiso matizar).

Lo admitió sin inmutarse: siete meses para un Excel. Incluso mostró la hoja. Sí, una hoja. Y, para mayor sorpresa, añadió que ese archivo venía acompañado de "más de 55 páginas" de documentación que la oposición "iban a tener que leerse", como si fuera un castigo.

Más de medio centenar de páginas que, sin embargo, no habían llegado a las manos del grupo proponente ni se habían difundido públicamente. Siete meses desde que el Pleno, por unanimidad, lo pidió en el mes de septiembre. En cualquier ámbito privado, preparar un documento así llevaría como mucho unas semanas. En el Ayuntamiento de Cádiz, el calendario parece moverse a otro ritmo.

La realidad es que, pese a que la concejala afirmó que tenían toda la información disponible, ni en ese Pleno se dijo la cifra total de la inversión (mejor que gasto, como bien indicó González) ni se facilitó el Excel ni se entregó al PSOE, reflejando, una vez más, la distancia entre las promesas de transparencia y los hechos consumados.

¿El paripé del 'recambio' de nombre del Estadio?

A esta dilatación crónica de los tiempos hay que añadir otro episodio ilustrativo. El 27 de julio de 2024, el Ayuntamiento de Cádiz y el Cádiz CF anunciaron, a bombo y platillo, un acuerdo para cambiar el nombre del estadio municipal, de Nuevo Mirandilla a un Estadio carranza que genera dudas sobre que cumpla la ley. A día de hoy, 26 de abril de 2025, no hay absolutamente ningún avance visible en ese expediente. El tema se abordó esta misma semana en el Pleno, a instancias de una propuesta del PSOE, contando además con la intervención de la Plataforma Carranza Incumple, pero sin que se aportara ninguna novedad.

El concejal de Deportes, Carlos Lucero, se limitó a una brevísima intervención —sorprendentemente corta, teniendo en cuenta la tendencia del equipo de Gobierno del PP a alargar sus intervenciones— donde se limitó a señalar que cuando esté el expediente se trasladaría. Eso sí, dejando claro que el Ayuntamiento no desistiría de su intención inicial de llamar a la instalación Estadio carranza. Pero entre la declaración de intenciones y la ejecución hay un abismo.

Un tiempo propio para cada trámite: la elasticidad como norma en el Ayuntamiento de Cádiz

Pero este no es un caso aislado. Otro ejemplo lo encontramos en la gestión del mobiliario urbano. El pasado 20 de noviembre de 2024, se instalaron unos voluminosos bloques de hormigón en la avenida principal de la ciudad. Su función era temporal: servir de apoyo a las torretas del alumbrado extraordinario de Navidad y, posteriormente, al de Carnaval. Era lógico pensar que, una vez acabadas las festividades, se procederían a retirar.

Sin embargo, no fue así. El Carnaval concluyó el 9 de marzo, y, pese a ello, los bloques continuaron ocupando espacio público, incluyendo numerosas plazas de aparcamiento, en una ciudad que sufre crónicamente de falta de estacionamiento.

Esta misma semana, el Ayuntamiento ha anunciado que a partir de este lunes 28 de abril comenzarán, los trabajos de retirada. Es decir, cinco meses después de su instalación y más de mes y medio después de terminado el Carnaval, se podrán recuperar esos espacios. Una vez más, ya se sabe que los plazos en las administraciones son más largos que los de las personas de a pie, y que la lógica de actuación a veces resulta incomprensible.

Al menos, esta dilación ha servido para que la chiquillería (y no tan chiquillería) pudiera encontra de un lugar privilegiado para poder ver pasar La Borriquita o El Despojao.