Movilización de la plantilla de limpieza contra la “marginación“ del alcalde y el Ayuntamiento de Cádiz

Las trabajadoras de limpieza de colegios y dependencias municipales denuncian que Bruno García ha excluido en los nuevos pliegos mejoras laborales básicas

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Dicen sentirse invisibles e invisibilizadas, pero esa lucha invisible de las limpiadoras municipales de Cádiz la han puesto hoy en el foco. Aseguran no pedir privilegios, sino que exigen justicia. Y lo hacen con la fuerza acumulada de años de precariedad y abandono institucional que dicen sentir.

Hartas de sentirse marginadas y silenciadas, decenas de trabajadoras del servicio de limpieza de colegios y dependencias municipales se plantaron esta mañana ante las puertas del Ayuntamiento para exigir lo que les corresponde: el cumplimiento del compromiso de incluir en el próximo pliego de condiciones una serie de mejoras laborales básicas.

Unas 70 personas, en su mayoría mujeres, trabajadoras del servicio de limpieza de dependencias municipales y de colegios públicos de Cádiz, se concentraron frente al Ayuntamiento para denunciar, alto y claro, el abandono institucional que vienen sufriendo desde hace años.

La protesta, convocada por el sindicato Autonomía Obrera, dejó mensajes rotundos dirigidos al alcalde Bruno García y a su equipo de gobierno, a quienes acusan de dar la espalda a un colectivo que sostiene, a base de esfuerzo físico y precariedad, la limpieza en los espacios municipales y colegios públicos.

Las pancartas mostraban a las claras sus sentimientos, pensamientos y reivindicaciones: “Maite González y Bruno García se ríen de los colectivos de limpieza“ o “El alcalde "más social" margina y maltrata a las trabajadoras“. Es la exigencia a un Gobierno municipal que, según denuncian las trabajadoras, promete mejoras económicas en los pliegos de contratación, pero no incluye cláusulas reales de dignificación laboral.

La presidenta del comité de empresa, Rosa Romero, resume los motivos de esta movilización: “La manifestación lo que reivindica son unas mejoras que se le pidió tanto al alcalde como a los dos concejales, a Maite González y a José Manuel Verdulla, cuando tuvimos la reunión, y nos pusieron muchísimas pegas. Pero sin embargo, sí nos dijeron que el pliego iba a salir dotado económicamente. Claro, dotado económicamente, pero sin ninguna mejora para el colectivo”.

Romero insiste en que el colectivo está compuesto por tres grupos claramente definidos: el de limpieza de colegios, el de limpieza de dependencias municipales y el de mantenimiento (compuesto por trabajadores varones). “Estamos reivindicando mejoras reales. Somos un colectivo castigado. Y estamos pidiendo que, a partir de los 60 años, se reduzca la jornada laboral para poder juntar el tiempo que estamos pidiendo y así jubilarnos un poco antes. Porque es verdad que terminamos todas, si no es con artrosis, con ciática... somos un colectivo muy castigado físicamente”.

Estas palabras cobran aún más fuerza en un contexto laboral marcado por la feminización del sector y la ausencia de medidas adaptadas a sus necesidades. Así lo explica también Manuel Bienvenido, presidente del sindicato Autonomía Obrera, al señalar que este conflicto abarca mucho más que simples cifras en un contrato: “Es un colectivo mayoritariamente feminizado, son la mayoría mujeres, la larga jornada de trabajo que tienen y el esfuerzo físico que tienen que hacer”.

Esa precarización se hace visible también en la diferencia de trato entre trabajadoras fijas y eventuales. Rosa Romero lo detalló con claridad en su intervención: “Estamos pidiendo que las eventuales, las contratadas, tengan el mismo salario que las que somos fijas, porque tenemos un plus que el Ayuntamiento nos dio hace 18 años. Y, por ejemplo, eso no lo cobran las eventuales. Se está pidiendo que cobren igual. A igual trabajo, igual salario”.

Además, denuncian que la jornada laboral sigue siendo excesiva: “La jornada laboral, que pase de 38 a 35 horas. Tener un poco más de calidad de vida, que además son mejoras que en otros ayuntamientos de la provincia de Cádiz, en el mismo colectivo, ya se han conseguido y lo tienen aprobado. Tampoco estamos pidiendo algo exagerado ni nada por el estilo”.

En ese mismo sentido, Manuel Bienvenido recordó que en otros municipios de la Bahía ya se están implementando cláusulas de mejora que dignifican el trabajo del personal de limpieza: “El Ayuntamiento, como empresa principal, y como se está haciendo en el marco de la Bahía, en todos los pliegos de condiciones están incluyendo la dignificación laboral de las trabajadoras, o bien a través del pliego de condiciones, o a través de un acuerdo con la empresa, o a través de un artículo del convenio. Pero obviamente con la empresa no pueden llegar a ningún acuerdo si el Ayuntamiento no incluye lo que son esas mejoras, como lo están haciendo otros ayuntamientos, que son del PP”.

Resulta especialmente llamativo este último apunte de Bienvenido. Mientras en otras localidades gobernadas también por el Partido Popular se han introducido mejoras, en Cádiz, donde Bruno García se presenta como el “alcalde más social”, se bloquea cualquier avance real para estas trabajadoras. Es precisamente ese doble discurso el que a las trabajadoras las empuja para exigir estas mejoras. “El alcalde 'más social' margina y maltrata a las trabajadoras”, se podía leer en uno de los carteles de la protesta.