Butacas vacías en el inicio del concurso de romanceros tras la polémica por las entradas
Algunos participantes recuerdan que el Ayuntamiento les impidió reservar entradas para familiares y amigos
El Concurso Oficial de Romanceros 2025 arrancó anoche, viernes 21 de febrero, en el Teatro de La Tía Norica en un ambiente enrarecido por la polémica sobre el reparto de entradas entre el colectuvo de los romanceros y la concejala de Fiestas, Beatriz Gandullo.
Tras las declaraciones de Gandullo minimizando la polémica y justificando la restricción de localidades para los propios romanceros debido al aforo limitado, varios asistentes denunciaron que había decenas de butacas sin ocupar durante la sesión inaugural del certamen.
Uno de los romanceros firmantes de la denuncia contra la gestión del concurso, Karim Aljende Medina, expresó su indignación en redes sociales tras comprobar que, a pesar de la negativa del Ayuntamiento a facilitar más entradas a los participantes y permitirles reservar localidades para familiares y amigos, en el teatro se observaban muchos asientos vacíos. “Dijo la concejal Bea Gandullo que no había entradas para las semifinales de romanceros, que el teatro tiene poco aforo y por eso no nos dejaron reservar para nuestros amigos y familiares”, criticó, añadiendo que “pero hay más de 50 butacas sin ocupar”.
Aljende también cuestiona el uso de las acreditaciones y entradas de protocolo, insinuando que muchas de ellas habían sido asignadas a personas que ni siquiera tenían intención de asistir al concurso. “Políticos que nunca van ni lo pretenden, pero que tienen su entrada”, señaló, y continuó denunciando que “medios acreditados, todos, que nunca van, ninguno, ni lo pretenden, ni le prestan atención al concurso, pero tienen su entrada”.
Además, recordó que este año el Ayuntamiento redujo el número de invitaciones por intérprete, pasando de dos a una, y que se impidió que los propios romanceros pudieran reservar entradas para sus allegados. “Este año nos quitaron una invitación por intérprete, siempre fueron dos, y no nos dejaron reservar a los propios romanceros”, lamentó, cerrando su mensaje con un claro “juzguen ustedes mismos”.
El arranque del concurso con butacas vacías refuerza el malestar del colectivo de romanceros, que ya había criticado la gestión de Gandullo por la falta de diálogo y la negativa a modificar el sistema de entradas. Desde la organización del evento, justificaron la presencia de localidades sin ocupar asegurando que se trataba de acreditaciones y entradas de protocolo.
Este nuevo episodio añade más presión sobre la Concejalía de Fiestas y el Ayuntamiento, que hasta ahora han defendido su gestión argumentando que el reparto de entradas es equilibrado y que la mitad del aforo ya estaba destinado a los participantes. Sin embargo, la imagen de butacas vacías en la primera noche del certamen contradice el argumento de la falta de espacio y ha vuelto a encender la indignación del colectivo.
La polémica sigue abierta y todo apunta a que el debate sobre la gestión del concurso de romanceros continuará en los próximos días.