“Estoy en shock“: así vivieron Los Calaítas su histórico pase a la final del COAC

La emoción de Peluca tras el histórico pase de Los Calaítas a la Gran Final del COAC 2024: “Me tiemblan las piernas y no me lo creo“

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El Falla en pie, sin que se escuchara el segundo estribillo. Un momento de esos que quedan grabados en la memoria del aficionado. Lo que se intuía tras ese pase en semifinales, se hizo realidad en la noche del miércoles: Comparsa Los calaíta (fuimos a por tabaco) una chirigota de toda la vida, vulgo Los Calaítas estarán en la Gran Final del COAC 2024.

La espera hasta escuchar el veredicto se les hizo eterna. Horas de nervios, de repasar el posible siguiente pase, de imaginarse en la final… Pero también de encontrar refugio en la rutina: primero ensayando por si acaso, luego entre bocadillos con salsa gaucha y pescaíto frito, intentando calmar los ánimos.

Y lo tenían claro: si lograban el pase, al día siguiente, hoy jueves 27, el plan estaba decidido. Ensayo desde las 17:00 horas para afianzar el repertorio y ajustar los últimos detalles del pase más importante de todos.

Hasta que por fin sonó “En la ciudad de Cádiz” y poco después se escuchó su nombre. Explosión de alegría, abrazos, incredulidad… y un autor en shock, con las piernas temblando y sin saber muy bien qué hacer.

Así fue ese momento en el que se supo que eran una de las 14 agrupaciones finalistas:

“Me tiemblan las piernas, no sé qué hacer”

Minutos después de conocer el fallo del jurado, Peluca, aún con la emoción a flor de piel, intentaba asimilar lo que acababa de ocurrir. No dejaba de repetir que le temblaban las piernas y que no podía creerlo. “Estoy muy emocionado, pero ni me salen las lágrimas, ni me sale llorar, ni me sale gritar. No sé qué hacer porque estoy paralizado”. La sensación de shock era total, pero al mismo tiempo, confiaba en que podía pasar. «Después del pase que dimos en semifinales, con el teatro en pie y tan buenas sensaciones, confiaba en que podía pasar. Y ha pasado».

Para Los Calaítas, era más que un pase a la final. Era un sueño hecho realidad en su primer año en el concurso. “Es muy bonito, un primer año y ya estamos en la final. Es difícil de explicar. Son tantas emociones, tantas alegrías, que es complicado hasta organizarse”. Y, aunque todavía no habían terminado de asimilarlo, ya tenían claro que tocaba ponerse a trabajar: “Ahora, a ensayar a saco. A afianzar los últimos detallitos y los cambios de última hora. Y ahí, a por todas”.