Oración a Santa Librada para las Envidias y todo tipo de Males

La plegaria a esta Santa sirve para muchos tipos de peticiones, que pueden ser generales, aunque está especialmente indicada para evitar las envidias y alejar el mal.

Aquí tienes una oración a Santa Librada muy utilizada por aquellas personas que necesitan de su protección y que hay que rezar con mucha fe esperanza que en intercederá por nosotros.

«Gloriosa y mártir Santa, tú que te negaste a imposiciones y por conservar tu virginidad sufriste el padecimiento de la crucifixión como fue crucificado Cristo.

Santa Librada dame paciencia y evita mis sufrimientos. Te ruego, como especial protectora que eres, que intercedas por mi ante el Altísimo y que me ayudes a vencer todo aquello que esté en mi contra, que dese mi mal o mi infelicidad.

Te ruego me des fuerza y sabiduría en mis decisiones, pero sobre todo que nada pueda alejarme de las personas a las que amor, sin sucumbir ante el pecado y las tentaciones.

Tú que tienes el favor de Dios ayúdame a que vaya por el camino del bien y que no esté en el mal, que tenga la mano de Dios, su Hijo y la Virgen María para poder tener la Gracia divina, Amén».

Otra oración a Santa Librada muy poderosa y que hay que rezarla con toda la fe y la confianza que se va a suceder aquello que le pedimos es esta:

«¡Oh! Gloria y reverenciada mártir, tú que fuiste la persona escogida por la divinidad, por el Señor, tú eres el gran ejemplo que todos deberíamos tener.

En estos momentos de duda y problemas te pido que corras en mi auxilio, que me guíes y orientes en la vida. Qué mis enemigos no quieras mi mal, que ese mal se vea anulado.

Dame tu fuerza y tu bondad tú que diste tu vida por lo que creíste justo, tú que tuviste la determinación y superaste la dura prueba de la vida a la que te sometieron y te reuniste con Dios.

Ayúdame a librarme de aquellos que desean mi mal, que no me separen de los que quiero, que no puedan castigarme con envidias o mentiras no con malos actos. Que no puedan conmigo gracias a ti protección.

Que sus palabras no me hagan daño y no sean creídas por nadie. Santa mía ayúdame a librarme de mis adversarios, dame tu amparo e intercede por mi ante Dios.

Dame tu entereza, dame tu empeño y que mi confianza sea más grande, que supere las pruebas de la vida y que tengo tu bendición en aquello que haga.

Te prometo siempre honrarte como mi especial y poderosa protectora y acordarme siempre del gran favor que te pedí y que me concediste. Amén«.

Oración contra la envidia y el mal a Santa Librada

Si lo que quieres es que no te afecten los males o te invada la amargura, debes rezar con intensidad y devoción lo siguiente:

«Virgen mártir y Librada, tú quieres protectora especial y que puedes quitar todas las penas, las amarguras que inquietan al alma y los males.

Te pido que me ayudes a evitar los riegos de la vida, que no haya sufrimientos ni traiciones, que no haya engaños ni nada que afecte a mi salud.

Que nadie me haga daño ni me haga padecer, que tu poder se haga luz y esta me ilumine, que la angustia se transforme en sonrisas y felicidad.

Gloriosa Virgen te lo pido con humildad y humillándome ante ti para que me evites cualquier tipo de padecimiento de cualquier forma y que me sobreponga a las emboscadas de la vida.

Dame tu fuerza y tu valor, dame tu capacidad y oriéntame para librarme de todos los males y que la protección del Cielo caiga sobre mí.

Intercede por mi [diga aquí su nombre] y que la Gracia del Cielo, de Dios, su Hijo y el Espíritu Santo así como la Virgen María esté siempre conmigo, a vosotros entrego mi alma. Amén«.

Representación e Historia

Es una representación dura la que encontramos de esta santa pues aparece, en la iconografía popular, como una mujer que está crucificad de una gran belleza y cabellos muy largos.

El atuendo es de una túnica que es larga y tiene una especie de fulgor o corona en la cabeza, lo cual le da una gran solemnidad a su estampa.

La historia de la Santa nos lleva a Portugal, allí es donde encuentra su cuna y donde era hija de los reyes paganos de Lusitania.

El padre -el rey- ofreció su mano a un monarca de Sicilia. Ella no quería ese matrimonio y juró voto de virginidad a la Divinidad. Pidió a Jesucristo que su apariencia no fuera deseable y, así, que los aires del matrimonio no deseado de marchara.

Fue cuando comenzó a salirle pelo por todo el cuerpo y al verla el pretendiente rompió el trato y, con él, el compromiso adquirido. El padre de la Santa la condenó por herejía, por realizar brujería y la crucificó.

La Santa es también llamada como Wilgefortis o por Santa Liberata, en otros países como Alemania se la conocer por Kummernis o en Bretaña como Uncumber, todas las referencias son para designar a una misma persona.

Se considera que fue una mujer valiente por ir en contra del poder establecido, de la monarquía y los caprichos de su padre, además de la liberación por la que luchó de ese compromiso no deseado.

Cualquier rezo que se haga hay que hacerlo con devoción y la oración a Santa Librada hay que hacerla con intensidad, creyendo en su poder y en que se cumplirá lo pedido, aunque hay que tener paciencia.