En la residencia de alojamiento, donde se quedan algunos alumnos a estudiar por las noches, se testimonian hechos de alumnos y personal de limpieza que afirman haber escuchado 'ruidos muy raros' y haber visto una 'sombra'.
Entre los empleados de este centro sanitario también se habla de extraños sonidos, de psicofonías, de quejidos y llantos lastimeros que provienen de la nada.
Un hecho sorprendente, ¿casual?, se ha venido a sumar a la salida extraordinaria del Nazareno de Juan de Mesa, ha sido la permanencia en el cielo de una nube con una forma más que curiosa y que recuerda, extrañamente, a Cristo.
El impacto que causó en los testigos fue brutal, una especie de silueta sombría, de un metro sesenta de estatura que levitaba por el pasillo y que desapareció tras unos segundos.
El atroz hecho no sólo queda con la amputación de ambas extremidades de la mano sino que, además, se los comió y también intentó sacarle las tripas con el mismo propósito.
Sobre espacios diáfanos las vidrieras dan testimonio de los Evangelios, de los pasajes bíblicos, de su luz que "desmaterializa" la piedra para poner un límite en la imaginación.
Hoy día, en la cornisa del Aljarafe, de Sevilla, hay otra 'casa del alemán' que poco tiene que ver con ningún inquilino de esa nacionalidad que viviera en el lugar y con fenómenos presuntamente paranormales.
Se encuentra entre las barriadas sevillanas de Parque Alcosa y Sevilla-Este, en las inmediaciones del aeropuerto de Sevilla (San Pablo) y tiene como testigos a los más pequeños de la casa.
La zona de quirófanos de este conocido centro sanitario tiene una historia en la que un cirujano es el protagonista de encuentros espectrales más allá de la vida y de la muerte.